En sesión extraordinaria del Consejo Universitario realizada el 14 de octubre de 2025, la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) aprobó el anteproyecto de presupuesto para el ejercicio fiscal 2026, por un monto total de 6 mil millones 286 mil 800 pesos.

En ese desglose de egresos se prevé una partida millonaria a medios de comunicación, mientras que se omite cualquier asignación específica para comedores estudiantiles subsidiados, una de las demandas centrales del movimiento estudiantil que aún mantiene tomados tres espacios universitarios.

De acuerdo con la exposición de la secretaria universitaria de Finanzas,, Miriam Sierra López, en el anteproyecto se busca asignar 37.6 millones de pesos para el rubro de «medios de comunicación».

La institución ha decidido entregar presupuestos millonarios a medios que durante el último movimiento estudiantil se abocaron a criminalizar la protesta y divulgar mentiras para favorecer a una de las aspirantes a la rectoría.

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En contraste, en el extenso detalle de los capítulos de gasto —que incluyen partidas para software, cultura, deporte, seguridad e incluso campañas de esterilización de mascotas— en ningún momento se mencionó la creación o fortalecimiento de un programa de alimentación para los estudiantes.

Esta omisión es particularmente relevante ante el contexto de demandas estudiantiles que han exigido la implementación de comedores comunitarios con precios accesibles, argumentando que la gratuidad educativa debe garantizar condiciones básicas de bienestar como la alimentación para combatir la deserción escolar.

Los números del presupuesto

El anteproyecto, aprobado por unanimidad, desglosa otros gastos significativos:

$58.4 millones para licencias de software.

$18.2 millones para proyectos culturales.

$11 millones para deportes.

$1.5 millones para desarrollo de libros de nivel medio superior.

$1 millón para campañas de esterilización de pequeñas especies.

Además se destinaron $175.8 millones a becas, rubro genérico que no satisface la demanda específica de un sistema de comedores que ofrezca alimentos nutritivos a bajo costo, un servicio con el que cuentan otras universidades públicas del país.

En este contexto el presupuesto que podría integrar algo relacionado al tema de los comedores es el referente a los pliegos petitorios estudiantiles.

El anteproyecto destina 92.5 millones de pesos para la «atención de requerimientos clave», un rubro que, según la exposición de la secretaria de Finanzas, incluye específicamente la atención a las demandas de los paristas.

Sin embargo, la falta de un desglose transparente y específico sobre cómo se distribuirá exactamente este monto entre las diversas peticiones genera incertidumbre.

La seguridad y el control estudiantil

El anteproyecto de presupuesto 2026 de la UAEMéx contempla un incremento del 55.4% en el rubro de seguridad institucional, asignándole 40 millones de pesos, una de las alzas más significativas en el gasto corriente.

Si bien las autoridades justifican este aumento como una respuesta a las demandas de la comunidad universitaria, surge la preocupación de que estos recursos se destinen principalmente al fortalecimiento de esquemas de vigilancia y a la contratación de empresas privadas de seguridad, en lugar de implementar medidas claras y transversales de prevención, atención psicosocial y resolución pacífica de conflictos.

Este enfoque representa el riesgo de que se priorice una seguridad basada en el aislamiento institucional, la contención y la posible represión, en vez de abordar de fondo las causas de la inseguridad con estrategias que protejan los derechos humanos y el carácter público y crítico de la universidad.

Gestiones vs. Demandas concretas

Durante la sesión, la rectora Martha Patricia Zarza Delgado se comprometió a ser una «gestora incansable» para dotar de recursos a la universidad. No obstante, este discurso no se tradujo en una previsión presupuestal concreta para atender la necesidad de alimentación, priorizando en cambio el gasto en comunicación y otros rubros administrativos.

La ausencia de esta partida en el anteproyecto evidencia una desconexión entre la planeación financiera de la institución y una de las necesidades más sentidas por un sector importante de la comunidad estudiantil, dejando en el limbo una de sus peticiones más emblemáticas.