Por Miguel Alvarado

Periodistas del medio de comunicación Todo en Contra (TEC), radicado en Toluca, capital del Estado de México, han sido amenazados y acosados después de la cobertura realizada a la marcha conmemorativa del 2 de octubre, en la que la policía municipal detuvo a cinco estudiantes, golpeó periodistas, comerciantes y a todo aquel que pasaba por el centro, grababa o solamente miraba.

Estas amenazas llegaron a las plataformas de comunicación pública de TEC, y también fueron expresadas en los comentarios de un video realizado por el periodista Carlos Alberto Pérez Gómez, en el que mostraba las armas de fuego con las que los policías acudieron a cerrar el paso de los manifestantes.

El video, publicado el 7 de octubre, fue de inmediato comentado por los propios policías municipales, quienes dejaron escritas amenazas y burlas. Un día después, una amenaza directa fue recibida por el perfil de facebook a nombre de “Felipe García”, quien escribió: ”yo quisiera ser policía para matarlos y desaparecerlos, hacerlos cachitos, no importa que seas periodista”.

Luego, esta mañana, 9 de octubre de 2025, un familiar del periodista Ali Pacheco, integrante también de TEC, fue seguida por una patrulla de la policía municipal cuando salía de su casa, rumbo a su trabajo. Después de caminar unos metros, a las 8:04 horas, la patrulla la alcanzó y le tomó fotos. Todo esto fue captado por cámaras instaladas en ese lugar. La familia Pacheco recibe protección especial de la Guardia Nacional y de la policía estatal, pues se encuentra bajo protección de la Mecanismo de Proteccion Federal de Periodistas y Defensores de Derechos Humanos debido a otros casos de violencia que han padecido derivada de actividades periodísticas.

Otras amenazas que ha recibido Todo en Contra provienen de medios de comunicación locales que durante el paro estudiantil en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex) implementaron una campaña de desprestigio contra Carlos Pérez, Ali Pacheco y otros integrantes, a los que se “investigó” para tratar de señalarlos como los “responsables” de la articulación del movimiento estudiantil. Esto le costó a esos medios el señalamiento inmediato de periodistas locales, que recordaron que portales, diarios impresos y hasta páginas de redes sociales trabajan por consigna, en favor de sus propias relaciones políticas y comerciales.

Un medio, incluso, llegó a publicar imágenes de algunos de ellos, generadas por IA, lo cual los ha colocado en riesgo. Ninguna prueba han podido presentar para realizar tales señalamientos, que en cambio revelan la estrategia financiera en beneficio de medios de comunicación que ha establecido la actual rectora de la Universidad, Patricia Zarza, para deslegitimar las exigencias de los paristas.

Todo en Contra es una organización periodística de índole colaborativa, lo cual quiere decir que su estructura no es como las de los medios comerciales o tradicionales. En TEC se participa de manera desinteresada con información que en otros espacios no tiene cabida. El objetivo de TEC no es generar ganancias económicas, sino la creación de vínculos con la ciudadanía organizada desde la publicación de elementos útiles que documenten movimientos sociales, abusos en contra de los desprotegidos y la corrupción de las autoridades en torno a las injusticias y atropellos cometidos por funcionarios públicos.

Los integrantes de TEC están inscritos en el Mecanismo de Protección a Activistas y Periodistas del Edomex y pertenecen al proyecto internacional Safe Box, impulsado por la organización Forbidden Stories, el cual apoya y recopila las investigaciones de sus afiliados para garantizar su publicación en caso de que el periodista que investiga el tema sufra cualquier tipo de daño que le impida continuar su labor. Además, muchos de los participantes de TEC pertenecen a la Asamblea Tenemos que Hablar, un frente nacional contra los abusos laborales cometidos por los dueños de los medios de comunicación contra sus empleados.

Las recientes amenazas y acosos provenientes de la policía municipal de Toluca perfilan la línea política represiva de municipios como el de Toluca, administrado por el morenista Ricardo Moreno, autoasumido como de izquierda pero defensor del capital israelí, operador político del senador Adán Augusto López y represor de manifestantes.