¿Cómo nos sentimos? Defraudados, engañados, robados y traicionados por un cambio que no existe, ¿o ustedes han visto un cambio? Cada vez hay menos calidad en el servicio de salud, es más, ya ni hay, lo tenemos que procurar nosotros”, explica frente a un megáfono una las decenas de docentes, pensionados y pensionistas que acudieron a protestar este miércoles a palacio de gobierno para demandar el rescate al Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM), el abasto de medicamentos, el pago de pensiones y las sanciones a los responsables.

Esta es una imagen que se repite de manera continua desde hace por lo menos siete años, cuando el entonces gobernador, el priista Alfredo del Mazo, lanzó una iniciativa, calificada como neoliberal, que buscaba implementar un nuevo esquema de jubilación basado en cuentas individuales, aumentar progresivamente la edad de jubilación, modificar el cálculo de las pensiones y aumentar las cuotas de aportación. Aunque finalmente las protestas lograron revocar parcialmente la medida, se trataba sólo de uno de los distintos mecanismos que los gobiernos de aquel partido habían diseñado para saquear el Instituto y al mismo tiempo terminar por sepultar el sistema de pensiones, algo que se ha seguido haciendo pese a que las dos últimas legislaturas locales han contado con una mayoría afiliada a Morena, partido de izquierda y primera fuerza electoral en el Estado de México.
Los derechohabientes del ISSEMyM han tenido clara esa realidad que dejó el priismo en la entidad, muchos vieron de cerca -como trabajadores del Estado- la corrupción desbordante que inundaba el aparato gubernamental y dejaba a sus trabajadores y pensionados desahuciados, sin recibir pensiones, sin poder acceder a medicinas para tratamientos, sin tener una jubilación digna luego de más de 30 años de servicio.
Millones de mexiquenses votaron por la prometida transformación de la maestra Delfina Gómez, gobernadora morenista, pero cuyo proyecto político arropó a personajes como Eruviel Ávila y ahora incluso hace homenajes a ex priistas como Alfredo del Mazo González y llama a la unidad con aquellas figuras que llevaron a la ruina al ISSEMyM.
A más de un año de gobierno la figura mediática de la maestra que “sí escucha y atiende” ha quedado agotada para más de quinientas personas que tomaron las calles este miércoles 5 de febrero desde el Monumento al Maestro y tuvieron como primera parada la sede del Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México, donde derribaron la puerta ante la falta de atención del recién llegado Comité Ejecutivo del sindicato.
Después fueron al centro de Toluca y se apostaron en la Cámara de Diputados y en el Palacio de Gobierno, donde entregaron sus respectivos pliegos petitorios y esperaron a que una comisión les diera respuestas.
En la mesa de trabajo los voceros de los manifestantes entregaron un extenso pliego petitorio en el que se recuperaron las constantes exigencias de abastecimiento de medicamentos, mejora de la calidad del servicio y atención médica, citas para medicina general y especialidades, agilizar el pago a pensionados, sanear las finanzas del ISSEMyM, entre otras, que fueron respondidas con dos limitados acuerdos. Estos señalan que se harán las gestiones para que se justifique la falta de los maestros que acudieron a la manifestación y se tendrá una nueva reunión el próximo 5 de marzo.

Mientras tanto, el Gobierno del Estado de México preparó su respuesta mediática a los cuestionamientos y lanzó un comunicado en el que prometió que el abasto de medicamentos estaba garantizado mediante una adquisición que dará cobertura durante el año, a partir del 16 de febrero próximo, priorizando la entrega en aquellas unidades de mayor demanda.
Además, se comprometió a realizar las gestiones para acortar los tiempos de entrega por parte de la industria farmacéutica.

Fotografías del Gobierno del Estado de México en donde muestran las medicinas recién adquiridas para el abasto del ISSEMyM

No es la primera promesa del gobierno de la transformación, pues también ha prometido, desde la campaña de Delfina Gómez, el rescate del ISSEMyM. Tampoco es la primera promesa que escuchan las organizaciones y colectivos que ayer marcharon, es apenas un destello en la larga noche neoliberal que continúa.