Se normalizan los homenajes de la 4T a representantes del priismo

Ricardo Moreno encabezó este viernes un homenaje póstumo a Martha Hilda González a quien calificaron de «Mujer transformadora», en un acto acompañado por figuras del priismo como el ex gobernador Emilio Chuayffet y la ex senadora Beatriz Paredes.

Martha Hilda González Calderón fue parte de una segunda generación del grupo de los Golden Boy’s, un equipo de tecnócratas reunidos por el ex gobernador mexiquense Arturo Montiel Rojas para colocarlos en puestos clave de las administraciones que le precedieron y así mantener control político en el Estado de México. Tuvo tanto éxito que no sólo perpetuó su poder en el Estado de México, sino que empujó a su sobrino, Enrique Peña Nieto, a la presidencia de México. Martha Hilda fue una alcaldesa opaca que operó para que los funcionarios cercanos a Montiel pudieran realizar negocios inmobiliarios, como sucedió con el centro comercial El Molino, ubicado a un costado de la Alameda central en Toluca, al cual le añadieron una torre de departamentos que en 2015 se vendían hasta en 6 millones de pesos. De acuerdo con compradores, dos de los socios en esa empresa eran la fallecida ex alcaldesa y Luis Miranda Nava, uno de los secretarios de Estado en el gabinete federal de Peña Nieto que más desconcertaban debido a su notable impreparación. Esa obra, realizada con fondos privados, fue considerada inexplicablemente como emblemática para el gobierno de González.

Pero El Molino fue edificado en una zona marcada por el Atlas de Riesgos del Estado de México como problemática porque por debajo para una parte de la bóveda del río Verdiguel, la cual ha presentado fisuras y cuarteaduras importantes. En 2016 ya se alertaba del riesgo que El Molino representa para la ciudad porque había generado una grieta de casi 70 metros de largo en la avenida Lerdo, una calle que colinda con ese centro comercial, en el corazón de Toluca, Estado de México, y que tuvo que cerrarse para ser reparada. A González Calderón le sucedió en el cargo el también priista Fernando Zamora, quien desestimó iniciar algún tipo de investigación al respecto, pese a que hubo advertencias sobre el riesgo de un derrumbe como la que dio el entonces presidente del Colegio de Arquitectos y Urbanistas del Estado de México (CAUEM), Arturo Chavarría Sánchez, y el ex director de Agua y Saneamiento de Toluca, José Maya Ambrosio.

La fallecida alcaldesa fue una entusiasta operadora de la entelequia denominada como Grupo Atlacomulco desde los cargos que ocupó, como la presidencia estatal del PRI y las secretarías del Trabajo y de las Mujeres. Fue una colaboradora eficiente para Montiel Rojas, Peña Nieto y la familia Del Mazo, así como para empresarios que trabajan con esas familias.

El acto tuvo como antecedente el homenaje que la gobernadora Delfina Gómez realizó el pasado 10 de enero a Alfredo del Mazo González, rodeada de ex gobernadores que un tiempo fueron considerados dentro de la «mafia del poder» por López Obrador.

Se trata de actos de continuidad de los homenajes que el priismo a heredado a la autodenominada cuarta transformación.

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