La crisis de la movilidad en el Valle de Toluca, taxis colectivos irregulares concentran 110 rutas

“El día de ayer tomé un taxi colectivo. En su viaje se detuvo en el puente de Metepec donde le pidieron la parada, se paró  a su izquierda, haciendo que la pasajera bajara de ese mismo lado, la siguiente parada se la hicieron en el puente de Home Depot, y ni siquiera se detuvo, la chica le comento que había pagado con anticipación y se detuvo en los carriles centrales donde con miedo bajaron  2 señoritas, estando ya en las torres yo le aviso que bajo en la Jet, y le doy un billete de 200 y me devuelve 175, a lo cual le digo que es injusto su aumento para el pésimo servicio que ofrecen, que somos nosotros quien les da ese trabajo, que están ahí por toda la comunidad en general, y que no pueden subir el pasaje sin aviso, sin firmas, sin sellos, sin la autorización de ninguna dependencia gubernamental (…) el se molesta, se baja gritando policía policía policía, intenta bajarme a la fuerza de la unidad, me jalonea, todo un mentiroso, grosero, despota, poco hombre, hay muchos estudiantes, jovencitas que siempre viajan solas, ¿y con un tipo así?»

Así denunció hace unos días en redes sociales una usuaria de taxis colectivos que pasan por  Valle del Nevado y San Dimas. Su experiencia que documentó en video, es producto de las condiciones estructurales del transporte público en el Valle de Toluca y coincide con las de miles de habitantes que todos los días se enfrentan a situaciones similares en taxis colectivos. 

Al respecto un reciente estudio de EcoRenacimiento A.C., respaldado por el programa federal “Jóvenes Construyendo el Futuro”, arroja luz sobre una problemática histórica y olvidada: el caótico y predominante sistema de taxis colectivos en la Zona Metropolitana del Valle de Toluca (ZMVT). Este trabajo no solo expone las cifras y características de esta red irregular de transporte, sino también su impacto en la calidad de vida de los más de dos millones de habitantes de esta región.

La investigación revela que en la ZMVT operan 110 rutas de taxis colectivos, servidas por aproximadamente 8,109 vehículos, de los cuales el 85% carece de concesiones vigentes. Esta red, que cubre hasta el 73.5% de la zona urbana, surge como respuesta a la incapacidad del sistema formal de transporte público, pero trae consigo una serie de problemas: inseguridad, violencia de género, tarifas no reguladas y una alta incidencia de accidentes viales.

Un modelo en crisis

La ZMVT padece una severa crisis de movilidad. Según datos oficiales, el 85% de las unidades de transporte público en el Estado de México son irregulares, mientras que la antigüedad promedio del parque vehicular supera los diez años. A esto se suma una de las tarifas más altas del país y la falta de infraestructura moderna, dejando a los taxis colectivos como la única opción para miles de habitantes.

El estudio denuncia que este modelo fomenta la congestión vial, la contaminación y la dispersión urbana. En términos espaciales, un taxi colectivo requiere hasta cuatro veces más espacio que un autobús convencional para transportar el mismo número de personas, lo que agrava los embotellamientos y la contaminación del aire.

Una alternativa insuficiente

A pesar de sus innegables deficiencias, los taxis colectivos han demostrado ser un recurso indispensable en municipios como Toluca, Zinacantepec y Lerma, los cuales concentran el mayor número de rutas. En estos municipios, los taxis colectivos no solo suplen la falta de opciones de transporte formal, sino que conectan zonas rurales y marginadas con centros urbanos.

Sin embargo, la investigación advierte que perpetuar este sistema sin regulación pone en riesgo tanto a los usuarios como a los conductores. Las soluciones propuestas incluyen transformar las concesiones de taxis en corredores de transporte público de mediana capacidad, similares al modelo del Mexibús, y priorizar la modernización de la flota vehicular.

Un llamado a la acción

El informe de EcoRenacimiento A.C. es una radiografía de un fenómeno que, aunque evidente, no había sido registrado oficialmente. Mapear estas rutas, según sus autores, es un primer paso hacia una reforma integral de la movilidad en la ZMVT, una región que pierde anualmente miles de millones de pesos por la congestión vial y el tráfico inducido.

La solución no es sencilla ni inmediata, pero el documento invita a los tomadores de decisiones a replantear el modelo de transporte en el Estado de México, poniendo en el centro a los usuarios y no a las concesiones. Solo así, la movilidad en la ZMVT dejará de ser sinónimo de caos y desigualdad.

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