Arte y resistencia, una expo que no quisiéramos ver

Texto y fotos: Patricia Ramírez

Un boletín emitido por el Centro Cultural Tlatelolco referido a la exposición Arte: territorios de denuncia dice:

El arte y la cultura son territorios de encuentro, reflexión, diálogo y cobijo, pero también de defensa, resistencia y denuncia; son un espacio en el que se ejerce la libertad de expresión como derecho fundamental de todos nosotros

Yo traigo a cuento estas palabras a propósito de la exposición que el pasado sábado 23 de noviembre se inauguró en el Museo Torres Bicentenario en Toluca. 

Atraída por el poderoso arte —el poderoso trabajo— de Irma Bastida llegué al recinto a mirar la muestra denominada Preferiría no hacerloPrácticas artísticas de resistencia desde el Estado de México, ahí me encontré con una curaduría de rojos, blancos y negros, un espacio para distintas expresiones que, en conjunto, comparten la constante de la resistencia. 

Tras el recorrido, Ivelin Buenrostro, la curadora, explicó para Todo en Contra que propuso este montaje con la idea de integrar artistas mexiquenses y también de llevar a la galería este trabajo como aliciente para artistas que empiezan en el Estado de México, “para que sepan que no es necesario ir a Ciudad de México para exponer”. 

La muestra, compuesta en su mayoría por artistas mujeres, integra diversas manifestaciones y técnicas cuya constante podría ser la denuncia de lo que sucede desde distintas perspectivas: la violencia, la desaparición, la lucha por evitar la invisibilización, así como procesos personales que son atravesados por una deconstrucción y reconstrucción que viven las nuevas generaciones.

De la interpretación de herencias familiares en diversos sentidos al grafiti, pasando por la fotografía de performance, la exposición puede ser simultáneamente emotiva y combativa, por ejemplo, Manuel Amador, uno de los expositores, presentó una serie de fotografías del trabajo que realizan en la Red Denuncia Feminicidios Estado de México, “un proyecto surgido en la periferia de la Ciudad de México cuyo enfoque social y político se encamina a evidenciar desde el arte, las violencias feminicidas contra mujeres y niñas que definen el paisaje social mexicano de nuestros días”.

Así, esta exposición que lleva en el nombre la frase del personaje de Hermann Melville “Preferiría no hacerlo” cobra un significado de contrastes; en algunos casos una manifestación creativa cuya estética puede resultar innegable, pero que puede ser producto de una realidad atroz y dolorosa cuya no-existencia funge como deseo colectivo.

Red Denuncia Feminicidios Estado de México

 A propósito de su presentación, Manuel Amador nos contó que la zona donde se desarrolla este proyecto, la periferia del Estado de México, es complicada por ser un espacio abandonado en términos de acceso a los servicios y a la cultura, dijo que en el proyecto se trata de recuperar las necesidades y las voces de las personas que habitan la periferia a través de la herramienta del arte. 

Desde una escuela preparatoria los estudiantes trabajan con la comunidad y abordan temas como la violencia y sus ramificaciones, por ejemplo el machismo, la discriminación, la violencia económica, el racismo.

Manuel Amador considera que la periferia integra una posibilidad importante debido a la diversidad cultural que posee; los últimos 30 o 40 años se ha establecido una comunidad producto de la migración y del desarraigo cultural, de esta manera trabaja con las denominadas sociopedagogías.

El resarcir los daños profundos que dejan las violencias y que deja el sistema económico en las periferias es algo que se debe trabajar, cómo encontrar los elementos y recursos que permitan en colectivo lograr cierta reconstrucción. 

Esta exposición estará en la galería hasta mayo de 2025 y tendrá, mencionó Ivelin Buenrostro, algunas activaciones de las que valdrá la pena estar pendientes. 

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