Por cuarto año consecutivo, la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) fue reconocida como la mejor universidad pública estatal de México y la quinta mejor institución del país en el Ranking de Universidades de América Latina 2024 de Times Higher Education (THE). Este avance, celebrado ampliamente por las autoridades universitarias, pone a la institución en una posición destacada. Sin embargo, un análisis crítico revela la perspectiva neoliberal que existe detrás de rankings como el Times Higher Education (THE).
Los rankings universitarios, como el de THE, no son neutrales ni puramente académicos. Según Imanol Ordorika y Roberto Rodríguez Gómez en el documento titulado «El ranking Times en el mercado del prestigio universitario» (2010), el ranking THE presenta serios problemas de confiabilidad tanto por la orientación y finalidad comercial de la clasificación como por el diseño metodológico, pues responde más a sus propias necesidades empresariales que a consideraciones de orden cognitivo o académico.
En esta lógica, se privilegian indicadores como la producción científica internacional, los vínculos con la industria y la perspectiva también internacional, mientras que otros aspectos, como el impacto social y el compromiso con las necesidades locales, quedan relegados. De esta manera, las universidades se conciben como competidoras dentro de un mercado global, lo que las obliga a priorizar estándares internacionales sobre objetivos sociales o regionales.
A esta crítica se suman Mario Albornoz y Laura Osorio en su artículo «Rankings de universidades: calidad global y contextos locales», quienes explican que los rankings promueven una noción homogénea de calidad que ignora las particularidades de cada contexto.
En ese contexto, se anunció que la UAEMéx escaló 12 posiciones en el ranking, situándose en el puesto 66 de América Latina, avance institucional que refleja un esfuerzo por cumplir con los criterios de THE, tal como el aumento en la producción de investigación y el fortalecimiento de su visibilidad internacional. No obstante, estos criterios se alejan cada vez más de las condiciones sociales que debiesen ser atendidas de manera prioritaria en el Estado de México, como la desigualdad, el narcotráfico, la pobreza y lo problemas ambientales.
Al respecto Felipe Martínez Rizo, en su artículo «Los rankings de universidades: una visión crítica», concluye que ninguna metodología podrá valorar bien en una sola dimensión instituciones cuya calidad, en sentido global, es multidimensional; además coincide en que clasificaciones como el THE tienen limitaciones metodológicas tan graves que no justifican su pretensión de ser confiables para evaluar a las universidades.
No considerar las advertencias de los investigadores puede llevar a las instituciones a tomar definiciones educativas y académicas para conseguir los resultados que exigen las clasificaciones, poniendo a las universidades en el centro del mercado y no en el interés social de las mayorías que con sus impuestos sostienen a las universidades públicas.


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