Con protestas y exigencia a Claudia Sheinbaum logró la CNTE sentar a Delfina Gómez

El reclamo hacia la gobernadora morenista del Estado de México, Delfina Gómez, no podía faltar. “¿Por qué nos trata así? preguntaron los distintos representantes de las organizaciones educativas y sociales que el 11 de septiembre fueron recibidas en el Conjunto Sedagro por Gómez; el secretario de Gobierno, Horacio Duarte, y otras autoridades como el secretario de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación, Miguel Ángel Hernández Espejel.

La preocupación en los dirigentes no es menor. Tuvo que pasar un año de peticiones, diálogos, protestas, plantones y cierre de vialidades principales para que finalmente la gobernadora pudiera sentarse a escuchar las demandas, en su mayoría de escuelas de organización del Valle de México adherentes a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que tienen años peleando su reconocimiento, infraestructura, basificaciones, pago de docentes y otros aspectos que Gómez conoce con claridad, primero como la alcaldesa de Texcoco que fue y después como secretaria federal de Educación Pública. Además, en su campaña hacia la gubernatura caminó de la mano con muchas de estas organizaciones.

Protesta de organizaciones en Toluca 11 de septiembre 2024

El problema es aún mayor si se toma en cuenta que la mesa de diálogo con Gómez no se instaló en respuesta a los anuncios previos de movilización por parte de las organizaciones, ni por las dos marchas consecutivas en Toluca del 10 y 11 de septiembre, o por el plantón que ya rebasaba las 24 horas instalado frente al palacio de Gobierno estatal. Se sentaron luego de que un maestro del Movimiento Magisterial Contra la Reforma Educativa (MMCRE-CNTE), arrebatara la palabra a la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, para cuestionar la falta de atención del gobierno mexiquense y pedir su intervención desde el más alto nivel. 

Fue entonces cuando Sheinbaum pidió a la gobernadora que atendiera a la CNTE y a las organizaciones movilizadas, y unos minutos bastaron para confirmar que Delfina Gómez y una comitiva se trasladarían al Conjunto Sedagro para esperar a la comisión.

“Malos entendidos”, respondió la gobernadora para esconder que el mismo Horacio Duarte se había comprometido personalmente a generar las condiciones para que la mesa con ella se celebrara desde los primeros días de marzo. De paso evitó mencionar que uno de los primeros compromisos que rompió fue la realización de las Audiencias Ciudadanas mensuales, (que llevan 9 meses suspendidas) y con eso tirar a la basura la promesa de que “nunca más habrá un gobierno de puertas cerradas y oídos sordos”.

El compromiso con las organizaciones entonces fue que las cosas cambien, —ahora sí— y se generó una agenda de atención para las próximas semanas. Una a una, agrupaciones como Plenum XXI, la Asamblea de la Universidad Pedagógica Nacional, el Frente Educativo Popular Revolucionario (FEPR), Izquierda Democrática Popular (IDP), la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata (UPREZ), el Frente Popular Francisco Villa Independiente (FPFVI), el Movimiento de Jubilados y Pensionados en Defensa de Sus Derechos, el Movimiento de Reconstrucción Sindical (Moresi), el CCL Valle de México, el Movimiento Magisterial Contra la Reforma Educativa (MMCRE-CNTE), serán atendidas con la gobernadora presente.

El gobierno estatal buscará sortear la cuenta regresiva hacia el primer informe sin que existan movilizaciones que lo exhiban, mientras que las distintas organizaciones que poco a poco se vieron obligadas a unificarse en el último año, entrarán en un nuevo proceso de gestión en el que esperan encontrar avances.

Un gobierno de malentendidos que mal atiende

Unas horas antes de la reunión con Gómez, que se llevó a cabo alrededor de las 6 de la tarde, la dirigencia de la CNTE ingresó a Palacio Nacional para reunirse por última vez con el presidente Andrés Manuel López Obrador, e iniciar los diálogos con la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo. Ahí estuvieron presentes la secretaria de Educación saliente, Leticia Ramírez Amaya, y un cuestionado Mario Delgado, que tomará en unas semanas ese cargo. También estaban Luisa María Alcalde y Rosa Isela Rodríguez, la primera titular de la Secretaría de Gobernación y la segunda su próximo relevo.

Durante el sexenio que concluye el presidente llenó de elogios públicamente a la CNTE, pero las condiciones para que algunas de las demandas se atendieran se generaron con movilizaciones de miles de maestros a lo largo del país. Esto explica, en parte, la actitud del gobierno estatal, que replica los ejemplos del modelo obradorista y justifica, cuando es necesario, la mala atención.

La CNTE, por su parte, en su declaración política de este 11 de septiembre, tiene otros datos que no dan tregua al gobierno federal y apuntan a un problema de fondo. “Desde que asumió en 2018 el poder la autodenominada Cuarta Transformación, prometió al pueblo de México combatir al neoliberalismo como una política de Estado que sólo benefició a la oligarquía nacional y mundial. Sin embargo, continuaron replicando un modelo de desarrollo económico, político y cultural que coloca a México en postración frente a Estados Unidos y sus socios euroasiáticos”, señalan.

Después, desmiente los compromisos de López Obrador de terminar con la mal llamada Reforma Educativa de Enrique Peña Nieto, pues al término de su sexenio se mantiene vigente un régimen de excepción laboral para los maestros, el cual regula la relación obrero-patronal con el artículo 3° y no con el 123 Constitucional, en su apartado B.

Además, destacan que al haber concretado el “segundo piso” del proyecto federal morenista, se ha configurado una persecución política, administrativa y judicial contra el gremio magisterial y popular, y la llegada de Mario Delgado Carrillo a la Secretaría de Educación representa un acto de provocación contra el magisterio democrático nacional, poque Delgado fue promotor, junto a Claudio X. González, de la reforma peñista, y avaló y legitimó la imposición a sangre y fuego de la evaluación punitiva.

Las organizaciones han expresado su incredulidad respecto a los compromisos anunciados por el nuevo gobierno como desaparecer el USICAM, razón por la cual concluyen que será en las calles, al lado del movimiento popular, donde encontrarán la solución a sus demandas, las cuales incluyen la abrogación de la Reforma Educativa Peña-AMLO; la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007 y el retorno al Régimen Solidario Intergeneracional de Pensiones; un aumento salarial del 100 por ciento directo al salario base; justicia social y resarcimiento de los daños perpetrados por el Estado contra el Movimiento Magisterial y Popular. Todo eso desde la consigna “Gobierne quien gobierne, los derechos se defienden”.

Es en este contexto de profundas diferencias políticas con el proyecto de la Cuarta Transformación que la CNTE y organizaciones sociales iniciaron el diálogo con la gobernadora Gómez, quien prometió una segunda reunión para el seguimiento de las demandas.

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