De Palestina a la UAEMex, las relaciones con los cómplices del genocidio

En contra de las leyes y resoluciones internacionales, Israel ejecuta un genocidio contra el pueblo Palestino desde el pasado 7 de octubre, el cual ha dejado a más de 34 mil civiles asesinados -de los cuales 14 mil son niños-, más de 78 mil heridos y la destrucción generalizada de escuelas, hospitales, fuentes de agua, suministros de alimentos y campamentos de refugiados.

Así lo ha denunciado Mohamed Saadat embajador del Estado de Palestina en México en universidades como la UAM-Lerma, en donde hace unas semanas se dio cita para hablar de la situación que vive la Franja de Gaza e instar a la población a sumarse a los llamados de solidaridad.

Aunque nos separan más de 12 mil kilómetros, las acciones que ejecuta Israel normalizan la violación del derecho internacional y la ejecución de crímenes de guerra con la complicidad de países como Estados Unidos. Es por eso que en todo el mundo la presión internacional sigue creciendo con protestas y llamados a romper cualquier tipo de relación con Israel.

En las últimas semanas, campamentos y protestas en solidaridad con Palestina se han realizado en las principales universidades del mundo, incluyendo México, donde desde hace diez días se instaló un campamento en Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y se han sumado acciones de estudiantes en otras instituciones como la Universidad de Guadalajara (UdeG), espacios donde se ha demandado el rompimiento de relaciones diplomáticas de México con Israel y el rompimiento de relaciones de las universidades con instituciones Israelíes o empresas que de alguna forma respalden el genocidio.

En ese marco, una primera protesta se realizará este lunes a las 14:30 en la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx). Se trata de una institución que ya ha sido denunciada por intentar realizar un congreso con defensores del genocidio y que aún mantiene otros cuestionables vínculos.

Las relaciones de la UAEMéx con los cómplices del genocidio

En enero de 2024 esa universidad mexiquense publicó una convocatoria para la realización del “Congreso Internacional Holocausto: perspectivas actuales para un camino hacia la paz”, que se llevaría a cabo en la mencionada Facultad de Humanidades en Ciudad Universitaria de Toluca, con un programa en el que figuraban organizaciones y personalidades vinculadas al sionismo y a la defensa de la ocupación israelí. Después de una investigación y denuncia del hecho realizada por Todo en Contra y la suma de distintas voces en rechazo a esta acción, la universidad anunció la cancelación del congreso.

Más adelante, en marzo, en la facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx, se desarrolló el “Foro por la paz y el genocidio en Palestina”, donde se hizo un exhorto a los universitarios por parte del colectivo “Académicos por Palestina contra el genocidio” para exigir que las autoridades educativas y de investigación suspendan cualquier acuerdo, vínculo o convenio de cooperación con instituciones del Estado de Israel.

Pese a los cuestionamientos y exhortos, en el portal de la Secretaría de Cooperación Internacional de la máxima casa de estudios del Edomex, puede leerse que entre los convenios vigentes de esta institución se mantiene uno con la Universidad de Tel Aviv para becas de intercambio, intercambio de profesores y estudiantes, intercambio de actividades culturales y artísticas, investigación cooperativa y seminarios académicos.

La Universidad de Tel Aviv ha sido cuestionada por haber desarrollado decenas de sistemas de armamento, así como la Doctrina Dahiya o de fuerza desproporcionada, empleada por el ejército israelí para cometer crímenes de guerra contra la población civil palestina y libanesa. Expertos como el investigador Carlos Roberto Martínez Assad, han señalado que esta doctrina en realidad impulsa la destrucción de la economía y de la infraestructura con fuerza desproporcionada, y que implica el asesinato de civiles con la intención de causar un impacto disuasivo.

A este convenio se suman los sostenidos por la UAEMéx con empresas señaladas por estar vinculadas con Israel. Nestlé, la multinacional suiza que a mediados de los años 90 compró el 51 por ciento de las acciones de Osem Investments, con sede en Israel, y que se dedica directamente a la producción y distribución de productos alimenticios en Israel y en el extranjero, es una de ellas. En 1998, Peter Brabeck, ex director general de Nestlé, recibió el Premio Jubilee en reconocimiento a los esfuerzos de su compañía para apoyar a Israel.

Nestlé es una de las empresas incluidas por organizaciones de todo el mundo en un boicot a sus productos y con ella la UAEMéx mantiene diversos convenios y vínculos. En 2023 realizaron conjuntamente doce eventos de desarrollo de competencias complementarias, además tiene un convenio de colaboración con la Especialidad en Medicina de la Actividad Física y el Deporte.

Desde el boicot hasta las manifestaciones

“Los sindicatos pueden tomar acciones contra los sindicatos israelíes, los académicos pueden tomar sanciones contra académicos, los estudiantes, los jóvenes pueden tomar medidas y todo esto forma una presión a Israel para que acepte la aplicación de las resoluciones de Naciones Unidas (…). Cuando se toman medidas por parte de los sindicatos, de los jóvenes no es para castigar, es para que ellos presionen a su gobierno para que respete el derecho internacional”, dijo el embajador Saadat durante su visita ese 16 de abril a la UAM-Lerma. Ahí explicó que es posible tomar parte de la defensa del pueblo palestino mediante distintas formas de expresión como las manifestaciones.

Otra de las acciones que a nivel internacional han cobrado fuerza es el boicot al consumo de empresas que contribuyen o han contribuido al genocidio como Starbucks, McDonald’s, Burger King, Coca-Cola, KFC o Pizza Hut.

También, en otras acciones, está el boicot académico a las universidades israelíes, y de acuerdo con el movimiento internacional BDS, durante décadas las escuelas superiores israelíes han desempeñado un papel clave en la planificación, aplicación y justificación de las políticas de ocupación y apartheid, manteniendo al mismo tiempo una relación singularmente estrecha con el ejército israelí.

Una de las acciones más significativas en la oposición a los crímenes de guerra de Israel es el rompimiento de relaciones diplomáticas, el cual sigue siendo rechazado por gobiernos como el de López Obrador; otros países como Colombia, Belice y Bolivia han dado ese paso en los últimos meses sumándose a otros como Venezuela, Cuba, Argelia, Libia, Qatar, Yemen, Corea del Norte e Irán. Ayer, el presidente colombiano Gustavo Petro condenaba directamente al premier israelí, Bejamín Netanyahu: “pasará usted a la historia como un genocida. Lanzar bombas sobre miles de niños y niñas, mujeres y ancianos inocentes no lo hace a usted un héroe. Queda usted al lado de quienes mataron a millones de judíos en Europa. Un genocida es un genocida y no importa si tiene o no religión. Intente al menos detener la masacre”, dijo el colombiano el 11 de mayo de 2024.

Por eso, la exigencia de la comunidad universitaria de la UAEMéx tiene una importancia toral en el reclamo de la vida y de los derechos humanos y para detener la extinción de Palestina, que este fin de semana ha vivido una de las arremetidas más duras en la ciudad sitiada de Rafah, en la que han muerto 26 personas y han salido más de 80 mil habitantes con destino hacia ninguna parte.

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