“Vivir de aquí para adelante”, dice Alejandro Plácido Padilla, padre de Daniel Plácido Arroyo, cuando le preguntan cómo se recuperan los ocho años que su hijo estuvo preso acusado, en un proceso plagado de irregularidades, de secuestro.
Afuera del penal de Santiaguito, en Almoloya de Juárez, desde antes de las 21:00 horas del 2 de mayo, los integrantes del colectivo Haz Valer Mi Libertad esperan la puesta en libertad de Daniel, quien fue detenido el 5 de noviembre del 2015, por supuestamente haber cometido secuestro contra una víctima de identidad reservada y quien dijo reconocerlo porque era moreno y traía la ropa sucia. Desde entonces, sus familiares comenzaron una lucha por su liberación que incluyó la fundación de Haz Valer Mi Libertad, un colectivo que integra a familiares y amigos de presos inocentes en el Estado de México. De esta manera, con un plantón de más de 337 días fuera de Palacio de Gobierno del Estado de México, actividades semanales, visitas a diversas organizaciones, foros, una huelga de hambre, jornadas de lucha y resistencia, así como el impulso a un exhorto aprobado por la legislatura local para instar al Poder Judicial del Estado de México y a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México para atender su petición, el colectivo cobró la importancia necesaria para revisar extraordinariamente el caso y conseguir la libertad de Daniel.
Mientras Daniel sale, afuera del penal se celebra, se hace pase de lista de los presos que buscan ser liberados, se gritan consignas y se agradece el apoyo del gobierno del Estado de México y de la gobernadora, por considerar que su voluntad sienta un precedente para conseguir la libertad de todos los presos inocentes.
Poco después de las 22:30 horas, Daniel es liberado y además de abrazar a sus familiares agradece a su familia por la lucha que ejercieron para lograr su liberación, responde afirmativamente a la pregunta de si seguirá luchando por los injustamente presos y dice que lo que sigue para él es disfrutar de su familia y de sus hijas.
Mientras Daniel se cambia de ropa, como lo hacen la mayoría de los presos que son liberados, Lady vuelve a agradecer al gobierno de Delfina Gómez, pues considera que, a diferencia del de Alfredo del Mazo, mostró voluntad para liberar a su hermano. Dice, también que en Haz Valer mi Libertad hay 17 presos inocentes más que hay que liberar y que se mantendrá en el colectivo.
Entre los que estuvieron durante la salida de Daniel se encuentran los integrantes del Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero, quienes han hecho un acompañamiento permanente al colectivo de Haz Valer Mi Libertad, el abogado Antonio Lara Duque comenta que este caso es un llamado a los poderes y a las autoridades de los organismos autónomos como la Fiscalía y la Comisión de Derechos Humanos de que faltan muchos por salir.
Se trata, dijo, de inaugurar una nueva era que los incluye para que reconozcan que las instituciones se fortalecen siempre que se acercan a la ciudadanía y que si logran entender esto se estará ante una nueva era en la que las autoridades se involucren de una forma seria y respetuosa con apego a la ley.
En el caso de Daniel y la revisión extraordinaria, añadió, hubo una revisión y una actitud diferente, lo que crea una esperanza de que haya más avance con todo lo que el estado necesita.
Aunque hubo festejo por la liberación de Daniel, otros casos se mantienen con las características que en otras ocasiones han mencionado otros integrantes del colectivo y del Zeferino Ladrillero, acusados al parecer por características comunes como la piel morena y una extracción económica baja, algunas veces de origen indígena, los llamados en el colectivo “los nadie” del sistema judicial del Estado de México.


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