Otra democracia es posible: elige Huichochitlán autoridades tradicionales

De entre los asistentes a la Asamblea una mujer de la tercera edad levanta la mano, se acerca al presídium y explica que no sabe leer ni escribir pero pide ser considerada en el proceso de elección de autoridades tradicionales de San Cristóbal Huichochitlán. La propuesta es considerada y aprobada ahí mismo, en consulta a mano alzada por la mayoría de los asistentes.

Se trata de un instante de la Asamblea que fue convocada por diversos representantes con el propósito de visibilizar y fortalecer la organización comunal de la población otomí e impulsar su participación en la elaboración de políticas públicas y en propuestas de solución a conflictos que aquejan al pueblo.

Ahí, frente a unos 80 asistentes, se leyó el fundamento constitucional, un articulado que fue modificado después del levantamiento zapatista, en la década de los años noventas, que ahora es punto de partida para la recuperación de los usos y costumbres de los pueblos indígenas, su identidad y su territorio.

Después de la lectura, uno a uno los interesados en convertiste en autoridades tradicionales pasaron a registrarse. La comisión convocante les solicitó que fueran originarios del pueblo hñatho, hablaran la lengua y conocieran, divulgaran y dignificaran los usos y costumbres así como la lengua en la comunidad, además de que contaran con buena reputación y autoridad moral dentro y fuera de la comunidad.

Las seis solicitudes fueron aprobadas y entonces presentaron sus propuestas a la asamblea, priorizando sus intervenciones en hñatho. Hablaron de su experiencia, desarrollaron sus propuestas y ejemplificaron el papel que podrían desempeñar de ser electos.

Luego pasaron a la votación y fueron elegidos cinco de seis interesados. Sin embargo, la Asamblea, en su calidad de espacio soberano, aprobó que los seis vecinos de San Cristóbal Huichochitlán asumieran ahora como autoridades tradicionales.

Santiago Ricardo López, María Lucía, Apolinar González, Reynalda Rodríguez Gutiérrez, Graciela Sebastián Morales, Magdalena Romero Rojas y José Guadalupe Arcadio son estas nuevas autoridades.

Los seis hicieron un juramento y se dispusieron a firmar el Acta de Asamblea, la principal referencia que tiene la comunidad de un proceso que además de recuperar los usos y costumbres da muestras de que otra democracia es posible.

Así, una delegación que cuenta con más de 40 mil habitantes, dio paso a estas autoridades tradicionales que ahora deberán enfrentar y tratar de resolver el acelerado proceso de deterioro social que ha envuelto a la zona norte de Toluca, y que implica inseguridad, falta de servicios, terrenos de cultivo vueltos baldíos, adicciones y pérdidas del tejido social, todo esto combinado con los intereses políticos que atraviesan cada proceso electoral y profundizan las diversas problemáticas.

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