Demandan a candidatos incluir la suspensión del pago de la deuda pública en sus campañas

A la Redacción de Todo en Contra:

P R E S E N T E

La Promotora por la Suspensión de Pago de la Deuda Pública envía un saludo y solicita espacio para difundir la siguiente información:

Frente al inminente inicio oficial de cientos de campañas electorales que renovarán gobiernos y congresos locales, pero sobre todo que integrarán en el ámbito federal una nueva legislatura y un nuevo gobierno (por primera vez en la historia encabezado por una presidenta), la Promotora por la Suspensión del Pago de la Deuda Pública hace un llamado a las candidatas y candidatos para que sus campañas enriquezcan la vida política generando debate de cara a los grandes problemas nacionales, con el planteamiento de las soluciones que implementarán y los cambios estructurales que impulsarán para profundizar y afianzar la transformación iniciada con el triunfo histórico de 2018.

El futuro no es color de rosa, el contexto mundial es inestable, se ha vuelto un lugar común hablar de las múltiples crisis sobrepuestas y entrecruzadas, que se retroalimentan unas a otras: económica, financiera, política, ambiental, cultural, alimentaria, etc. Continúa la concentración de la riqueza a costa de depredar el medio ambiente, explotar al ser humano para beneficio de un puñado de magnates y empobrecer a millones que buscan cómo sobrevivir a como dé lugar, de ahí la crisis migratoria global.

La satisfacción de las grandes necesidades y carencias nacionales que padece el pueblo mexicano requiere de financiamiento, por lo  que las finanzas públicas deban ser fortalecidas; de ello dependen el futuro y la capacidad de resistir las tormentas, sean éstas ambientales, políticas, nuevas pandemias, etc.

Desde tiempos de la pandemia, la Promotora ha propuesto que se suspenda el pago del servicio de la deuda pública, se audite de manera integral la deuda pública y, con base en los resultados de la auditoría, se renegocie la deuda en los mejores términos para México. Tenemos la seguridad de que, al desendeudar al país, se fortalecerían las finanzas públicas y se liberarían recursos que año con año se destinan a pagar una deuda impagable, ya que crece su monto, así como su costo.

Aunado a lo anterior, una y otra vez levantamos la voz para exigir que se deje de pagar el Fobaproa, se trata de algo que puede y debe hacerse; hay una iniciativa para ello aguardando en la Cámara de Diputados. Es indignante que no se honre la palabra escrita ni la lucha que dimos como pueblo contra esa ilegal, ilegítima y odiosa deuda.

Con datos oficiales, cerrando cifras, de acuerdo con lo solicitado por la SHCP y lo autorizado por el Congreso, la deuda crecerá en 1.9 billones de pesos en 2024.  Un endeudamiento de 5267 millones de pesos cada día, 219 millones cada hora o 3.7 millones cada segundo. A la vez, se pagará por intereses y comisiones de la deuda este año la enorme suma de 1.2 billones de pesos, 3463 millones cada día, 144 millones cada hora o 2.4 millones cada segundo.

Al concluir el actual sexenio la deuda pública habrá crecido en 6.2 billones de pesos, de los cuales, 5.2 billones (84%) se habrán dedicado a pagar los intereses y comisiones de la deuda (no el capital). Así, se habrán gastado 5.2 billones de pesos en el pago del costo de la deuda, que no se paga, pues la deuda no deja de crecer, mientras que se habrán dedicado 2.7 billones a los diecinueve programas sociales emblema del gobierno.

No es justo que se destinen mayores recursos del presupuesto público al pago de la deuda que a la atención de las necesidades sociales.

Por lo anterior, planteamos que, promesas y discursos de campaña que no indiquen cómo van a solucionar el problema de las finanzas públicas son demagogia. Los ayuntamientos no tienen recursos ni para garantizar el agua potable a la población. Los gobiernos estatales también carecen de recursos para solucionar de fondo los problemas y necesidades de la población, la mayoría se dedica a administrar problemas en lugar de solucionarlos…  o recurren a la deuda, jugoso negocio del capital financiero, al cual ayudan las tasas de interés exageradamente altas que se mantienen para perjuicio de las familias, de las empresas y de las finanzas del gobierno mismo.

La austeridad entendida como eliminación de lujos es una cosa, pero la austeridad como adelgazamiento del Estado es otra: constituye una política neoliberal.

Modificar la tajada que del presupuesto federal se lleva el capital financiero especulador es indispensable y urgente. Con ello, aunado a la reforma fiscal progresiva, la economía mexicana puede crecer con justicia social y de manera sustentable si se deshace del lastre de la deuda pública.

A T E N T A M E N T E

Promotora por la Suspensión del Pago de la Deuda Pública

FB: Suspensión del pago de la Deuda Pública   Página: www.nomasdeudapublica.org

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