«Toluca vivió el regreso de la Caravana Coca-Cola!
Nuestro Presidente Municipal, Juan Maccise Naime, junto a cientos de familias toluqueñas presenciaron el desfile de la caravana con carros alegóricos que recorrieron e iluminaron las calles de nuestra capital mexiquense.
La magia de la Navidad se vive como nunca en Toluca».
Así publicó el Ayuntamiento de Toluca en sus redes sociales un mensaje este sábado, el cual fue acompañado junto a algunas fotos donde se observa a un alcalde feliz de ver en su ciudad un desfile publicitario apoyado por el Ayuntamiento, sin ningún otro sentido que reunir a la población para ofrecerle el consumismo navideño que las grandes marcas promueven y afianzan en las ideas de la población desde la infancia.
Todo indica que no hay ningún problema con cerrar las calles del centro de la ciudad para un espectáculo privado, situación muy distinta cuando se trata de alguna protesta, porque entonces las personas pueden terminar golpeadas o detenidas, como sucedió con activistas, trabajadores y regidores durante el gobierno de Raymundo «N» .
Pero tal es la «magia» que se vive en la capital mexiquense que pese a su ex alcalde prófugo, el endeudamiento por 250 millones de pesos y las irregularidades de 2 mil 500 millones encontradas por el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México, todo es felicidad.
Miles de personas inundaron las calles del primer cuadro de la ciudad, al grado de que algunas familias sólo alcanzaron a ver algunas luces sobre los camiones repartidores de la refresquera y volvieron a sus casas decepcionadas.




Fotografías: Ayuntamiento de Toluca
En medio del desfile al estilo norteamericano de duendes, luces, Santa Claus y anuncios, un grupo de universitarios y activistas se congregaron para protestar por el saqueo de agua, la contaminación y los problemas de salud que la empresa trasnacional genera.
Y es que en Toluca empresas como Coca-Cola, cerveceras, automotrices entre otras extraen de aguas subterráneas la misma cantidad de agua necesaria para abastecer a 603 mil 765 personas.
«Pensé que nos iban a madrear» comenta uno de los asistentes a la protesta, que ante la alta afluencia de personas que anhelaban ver el desfile, definieron limitar la protesta a una actividad de difusión e información a través de un megáfono.
Pese a la situación la respuesta de la gente fue favorable «Me sorprendió el interés», señaló el universitario ante la aceptación que tuvo la gente a la propaganda y la información que recibían.

Una chispa en la noche
La noche del sábado, mientras Coca Cola desfiló, una posada en Santa Ana Tlapaltitlán congrego a cerca de 50 personas.
Su valor de una celebración como las cientos o miles que se realizaron en la ciudad radicó en su sentido.
El evento fue realizado en el taller-Biblioteca «La chispa» un espacio formado por la Unión Revolucionaria de los Trabajadores del Arte (URTARTE) en el que se combina el arte con la conciencia y la lucha social.

Por esta razón lejos del tradicional «Os pido posada» escritores, poetas, fotógrafos y artistas tomaron el microfono para cuestionar lo que se vive en la ciudad y el Estado.





La respuesta organizada de los pobladores de Texcaltitlán a la inseguridad, la violencia vial, la violencia de género, la huida del alcalde entre otros temas se mezclaron con la alegría que le proporcionó a los asistentes el estar juntos y el ser parte de un proyecto que este año toco las puertas de más personas a nivel nacional e internacional.
Ahí los asistentes ratificaron su intención de que una chispa alumbre una sociedad distinta, que encuentre un nuevo sentido a las tradiciones y sea participe de un cambio social.








Fotografías: Carlos Pérez


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