FIL Guadalajara 2023, escaparate de la palabra

Más allá del discurso, de la fiesta de las palabras, de los libros, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) es escenario de una multiplicidad de manifestaciones relacionadas con el mundo editorial y todo lo que éste implica; es también el lugar en el que, desde perspectivas que pueden ser radicalmente opuestas, se habla de lo que sucede en el mundo.

La FIL comenzó este sábado y aunque en los discursos inaugurales estuvo ausente el tono provocador y crítico de Raúl Padilla —fundador de la feria y ex rector de la Universidad de Guadalajara fallecido el pasado abril— finalmente se habló un poco, muy poco, de “la estupidez de la guerra”, de la necesidad de pensar en el otro, de la fuerza del respeto, de la tolerancia y de las capacidades de la poesía.

Los stands de la FIL en su primer día desbordaron la contención de un año de preparación y, cada uno concentrado en su propio trabajo, trató de complacer en la medida de lo posible a los asistentes que eligen un libro entre los miles y miles que se exhiben para venta, aunque este libro único que se compre no sea precisamente lo que se busque.

Feria Internacional del Libro en Guadalajara: Fotografías Patricia Ramírez

En el comienzo, en los distintos foros, se habló de poesía, del derecho a la información y de libertad de expresión, entre otros cientos de cosas; también se presentaron decenas de libros y se hicieron cientos o miles de transacciones.

El mundo editorial que se concentra los nueve días que dura esta feria está de fiesta, y entre la fiesta, la realidad se empuja por colarse a los foros y repetir que la Comisión Nacional de Derechos Humanos es inoperante para proteger a los periodistas que, en ningún otro lugar del mundo, corren gran riesgo al ejercer su oficio; que en Jalisco 70 personas son desaparecidas diariamente y que “la literatura tiene la realidad que se merece”.

En la FIL 2023, donde la invitada es la Unión Europea, lo mismo se presenta un libro de filosofía que de superación personal; igualmente se conversa sobre literatura que sobre política o futbol, y ahí, en los intersticios que dejan las grandes editoriales con enormes estands y los pequeños con editores independientes, los temas se desgranan en la voz de celebridades o desconocidos.

La FIL arranca con el esquema de negocio que siempre ha significado participar en ella y en el programa apretado se ofrecen datos, conocimientos y una búsqueda constante de sensaciones que trasciendan el escaparate de la palabra.

Deja un comentario