Toluca la ciudad vandalizada… por las cerveceras

No es sólo la tala de un árbol; en un día, la industria cervecera en Toluca extrae de los mantos acuíferos la misma cantidad de agua que 89 mil 450 personas requieren para vivir.

¡Ecocidas! fue uno de los mensajes pintados con aerosol el pasado viernes en el mural del centro Tolzú, luego de que un mes atrás un árbol de más de dos décadas fuera talado por el ayuntamiento de Toluca a solicitud de la administración de dicho centro, con la justificación de que sus raíces rompían las tuberías de agua “desperdiciando miles de litros de agua potable”.

Sin embargo la “preocupación” exhibida por el desperdicio de agua potable de parte del Centro Tolzú contrasta con la historia y el papel que tiene la industria cervecera en la extracción de agua y la contaminación del medio ambiente, y es que no hay que olvidar que el mural elaborado por el estudio gráfico “Metzican” y el centro Tolzú cuentan la historia de grupo Modelo en Toluca, la cual —a través de espacios culturales y otras acciones— busca limpiar su imagen manchada por el extractivismo y el daño medioambiental.

Un breve recuento de vandalismo y daño medio ambiental

Dado que la palabra vandalismo se refiere a la destrucción voluntaria, total o parcial, de la propiedad pública o privada, la tala de un árbol que forma parte del patrimonio público es apenas uno de distintos actos vandálicos y daños ambientales que han sido señalados a Grupo Modelo.

En febrero de 2018, Carlos Álvarez Flores, presidente de Comunicación y Ambiente A. C., denunció en Excélsior que pese a la existencia de centros de acopio y de reciclaje de gases refrigerantes del gobierno, grupo Modelo no enviaba sus ochenta refrigeradores —que en promedio desechaba al día— para su correcta destrucción, generando afectaciones a la capa de ozono con tal de ahorrar el pago de este proceso.

Ese mismo año Grupo Imagen publicó la denuncia del Frente Popular de Lucha de Zacatecas (FPLZ) en la que señalaban que las colonias de Fresnillo y Calera, que están entre las zonas más áridas del país, habían sufrido de desabasto del líquido por tres años debido a la producción de más de 25 millones de cervezas en la planta que tiene Modelo en ese lugar.

Al año siguiente el medio El País exhibió que pobladores, principalmente campesinos de Apan Hidalgo, tuvieron que llevar a tribunales decenas de amparos y una demanda penal contra la  cervecera por la extracción de agua de su acuífero, lo que a mediano plazo ponía en riesgo el abasto de agua en cinco municipios de la región.

La preocupación sobre la cantidad de agua que emplea Grupo Modelo y otras industrias en el país no es menor si se pone a consideración el estrés hídrico que el cambio climático está provocando que ha provocado la más reciente ola de calor.

Algunas estimaciones señalan que Grupo Modelo emplea hasta siete litros de agua para elaborar uno de cerveza, sin embargo, la empresa que ahora es propiedad de la trasnacional Belga Anheuser-Busch InBev, asegura que solo emplea 2.3 litros.

Los daños en Toluca

En Toluca, la cantidad de agua  subterránea que las industrias extraen a través de 96 concesiones existentes en la base de datos de Conagua es inmensa.

Grupo Modelo tiene al menos dos de estas concesiones como “Las Cervezas Modelo del Estado de México, S. A. DE C. V.” y “Cervecería Modelo S. A. de C. V.”, una le permite extraer 229 mil 950 metros cúbicos de agua al año y la segunda 35 mil metros cúbicos, mientras que la Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma —de un historial muy similar al de su competencia— tiene dos concesiones, una por 2 millones de metros cúbicos y otra por un millón.

Si tomamos en cuenta que cada metro cúbico tiene mil litros de agua y que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), una persona requiere de 100 litros de agua al día, la extracción diaria de estas dos cerveceras equivale al consumo de 89 mil 450 personas.

Para entender mejor la magnitud de esta extracción podemos remitirnos al Comunicado núm. 182/2023 del Ayuntamiento de Toluca, emitido el pasado marzo: “Toluca alivia con pipas de agua estrés hídrico en reservas”.

En el documento, el gobierno de Raymundo Martínez evitó hablar de escasez de agua y señaló que “con la finalidad de aliviar el estrés hídrico generado por el cambio climático en las reservas de agua de la capital mexiquense, el gobierno municipal a través del Organismo de Agua y Saneamiento Toluca (OAyST) implementó desde el año 2022 el abastecimiento del agua potable a través de pipas”.

“Con una flota de 9 equipos, el año anterior el organismo realizó 3 mil 900 servicios de abastecimiento a diferentes delegaciones de la ciudad, tales como San Pablo Autopan, Santa María de las Rosas, San Martín Totoltepec, Felipe Chávez, Capultitlán, por mencionar algunas, dotando 39,592,000 litros de agua a la población”.

La supuesta medida de mitigación se vuelve absurda si se toma en cuenta que la misma cantidad de agua es extraída por las cerveceras en Toluca durante un lapso menor a cinco días; además del gasto extra que representa para el erario de la capital mexiquense el empleo de pipas.

Mientras tanto, las colonias populares e la ciudad de Toluca sufren la falta de agua, un problema que seguirá agudizándose de mantenerse las políticas neoliberales que siguen sin modificarse en el actual gobierno federal.

Y no sólo se trata de la falta de agua, afectaciones como el hundimiento de la ciudad de Toluca vinculado a la extracción de aguas subterráneas ya ha sido documentada.

La lucha por el agua

En un contexto en el que el sistema Cutzamala sigue registrando sus niveles más bajos en la historia, en el que las altas temperaturas llegan a niveles sin precedentes y en el que la falta de lluvia ha puesto en peligro la producción agrícola, la lucha por el derecho al agua cobra mayor relevancia, pues el modelo económico sigue poniendo al centro los intereses de las minorías que se enriquecen con la explotación del agua.

Esta situación debe llevar a una justa reflexión que modifique las ideas dominantes que buscan repartir las responsabilidades en el consumo individual del agua, además de pensar y construir formas de lucha colectivas que tengan mayor alcance.

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